Por Carlos María Alasino
Publicado en el Economista el 23/02/21
La evolución de producción de la ciencia argentina en las últimas décadas ha sido decepcionante. Su producción científica ha perdido relevancia en el contexto internacional y se ha asistido a un achicamiento profundo y persistente respecto de casi todos los países de América Latina.
Este desempeño no es consecuencia de que su producción haya caído en términos absolutos. Este desempeño es consecuencia de que su crecimiento ha sido muy lento en relación al que experimentó en el mismo lapso cualquier país de América Latina que se escoja como referencia con una excepción: la producción científica de Argentina aumentó su tamaño con relación a la de Venezuela.
Las publicaciones en revistas especializadas son el producto más importante que surge de la investigación de los científicos. Diversas bases de datos mundiales indexan todas estas referencias bibliográficas y a partir de allí es posible cuantificarlas. SCOPUS es la base de datos más importante del mundo en la actualidad sobre literatura científica. Este procedimiento está sujeto a múltiples controversias y tiene infinitas críticas y limitaciones. Se arguye que discrimina a los países que no hablan inglés, que se ocupa primordialmente de la corrientes principal de la ciencia (mainstream), que ignora las investigaciones sobre temáticas locales, que presta menos atención a las ciencias sociales y humanidades y favorece a algunas ciencias duras y de la salud, que no muestra toda la producción científica, etc.; a pesar de ello es un procedimiento muy utilizado ante la falta de otros y sus limitaciones se atenúan si la comparación se realiza con países de América Latina en la medida que puede presumirse que esta problemática no afecta a algunos países de la región en forma diferencial. En segundo lugar: aquí se usan cifras agregadas y esto ignora a los innumerables científicos argentinos cuyo desempeño se encuentra alejado del promedio, que se destacan cotidianamente a nivel nacional e internacional. Pero ya se sabe, las cifras agregadas ocultan la distribución y el desempeño individual.