Publicado en el Cronista del 5 de febrero de 2016
Un mercado funciona cuando, entre otras cosas, los precios suben cuando aumentan los costos de producción y bajan cuando se reducen. No es esto lo que está pasando con la carne que subió cuando subió la hacienda en Liniers y permanecen las dudas respecto de su descenso, toda vez que la hacienda en pie ha descendido pero tales descensos no han llegado al consumidor. La evolución de los índices de precios de enero pondrá a prueba aquél funcionamiento.
La hacienda en Liniers subió 9,9% en noviembre, 14,4% en diciembre y se redujo 5,6% en enero, acumulando una suba en el trimestre de 18,7%. La escalada de precios comenzó a fines de noviembre pero mostró un ligero descenso a lo largo de diciembre. La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra) explicó el fenómeno en el descenso de la oferta explicado por el cierre del año fiscal para los ganaderos, el faltante de 300 mil terneros originados en inundaciones y el aumento de la retención de vientres derivado de los estímulos a la producción originados en la suba del tipo de cambio, quita de retenciones a la exportación de carne y disminución de derechos a la exportación de cueros.
Los ganaderos argumentan que han subido otros costos, incluyendo electricidad, paritarias, alquileres y los carniceros sostienen que el precio relevante es el de los novillos livianos, porque son los que mas se consumen Estos sin embargo subieron menos que el promedio de todas las categorías: 7,3% en noviembre, – 0,3% en diciembre y suba de 2% en enero, acumulando apenas un aumento en los últimos tres meses del 9,1%. Sigue leyendo