La actualización de las tarifas de la electricidad impactó de lleno en los índices inflacionarios del mes pasado que acusaron elevados registros y, por ello, no exhibieron una desaceleración de importancia con relación al mes de Enero.
Los precios según las estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) subieron en febrero pasado 4 %, apenas por debajo del valor de enero ( 4,1 %). La desaceleración fue en cambio significativa según las estadísticas de precios de la Provincia de San Luis (IPCSL) que mostraron una suba en febrero del 2,7 %, muy por debajo de los registros de enero último ( 4,2 %). La inflación de los últimos doce meses resultó así igual al 32,9 % según el IPCBA y del 36 % de acuerdo al IPCSL.
La actualización de las tarifas eléctricas que ha iniciado el Gobierno nacional coloca en el centro de la discusión, una vez mas, la elevada carga impositiva que grava el consumo eléctrico. La Nación, las Provincias y los municipios gravan el consumo eléctrico con impuestos, cargos y tasas originando así una compleja maraña de contribuciones múltiples sobre el mismo hecho imponible, el servicio de electricidad, que en muchos casos configuran además típicos casos de capitalización de impuestos ( impuesto sobre impuesto). Sumando todos los impuestos y contribuciones que establecen los tres niveles de gobierno puede llegarse en algunos municipios a una carga tributaria sobre el servicio eléctrico residencial que sobrepasa el 60 % del cargo fijo y el cargo variable de la factura. La conclusión es obvia: una reducción de la carga impositiva puede atenuar el impacto de la suba de tarifas. Al ser recursos que van a la Nación, provincias y municipios, su reducción puede ser compartida entre los tres niveles de gobierno y, consecuentemente, no gravitar decisivamente sobre sus respectivos deficits. Sigue leyendo →
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Un mercado funciona cuando, entre otras cosas, los precios suben cuando aumentan los costos de producción y bajan cuando se reducen. No es esto lo que está pasando con la carne que subió cuando subió la hacienda en Liniers y permanecen las dudas respecto de su descenso, toda vez que la hacienda en pie ha descendido pero tales descensos no han llegado al consumidor. La evolución de los índices de precios de enero pondrá a prueba aquél funcionamiento.
La hacienda en Liniers subió 9,9% en noviembre, 14,4% en diciembre y se redujo 5,6% en enero, acumulando una suba en el trimestre de 18,7%. La escalada de precios comenzó a fines de noviembre pero mostró un ligero descenso a lo largo de diciembre. La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra) explicó el fenómeno en el descenso de la oferta explicado por el cierre del año fiscal para los ganaderos, el faltante de 300 mil terneros originados en inundaciones y el aumento de la retención de vientres derivado de los estímulos a la producción originados en la suba del tipo de cambio, quita de retenciones a la exportación de carne y disminución de derechos a la exportación de cueros.
Los ganaderos argumentan que han subido otros costos, incluyendo electricidad, paritarias, alquileres y los carniceros sostienen que el precio relevante es el de los novillos livianos, porque son los que mas se consumen Estos sin embargo subieron menos que el promedio de todas las categorías: 7,3% en noviembre, – 0,3% en diciembre y suba de 2% en enero, acumulando apenas un aumento en los últimos tres meses del 9,1%. Sigue leyendo →
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Comienza otra vez el debate sobre Aerolíneas Argentinas. Sin información plena para evaluar la gestión saliente, ya se anticipan las críticas a la nueva administración. Todavía están frescos los ecos del descalabro con que finalizó la gestión privada del grupo Marsans, la frustrada privatización de los 90 y aún los intentos de asociación con la escandinava SAS de los 80. Aunque ahora pareciera estar fuera de discusión que la empresa debe ser estatal. En esta nueva etapa es necesario entonces cuantificar avances y los recursos que ha demandado Aerolíneas y, más importante, precisar cuántos demandará en el futuro. Es importante que la sociedad conozca hacia adonde va Aerolíneas y los beneficios y costos de la estrategia adoptada. El Estado Argentino comenzó a asistir financieramente a Aerolíneas Argentinas, Austral y empresas controladas a partir del 10/07/08 buscando “.. garantizar la prestación del servicio público, mantener las fuentes de trabajo y sanear la situación patrimonial….” Sus administradores diseñaron un Plan de negocios quinquenal dirigido a “…crecer en la operación, lograr eficiencia en la estructura de costos y brindar un servicio de calidad”.
Aerolíneas y sus empresas controladas recibieron desde julio 2008 hasta el 31/3/15
$ 23.198 millones según informes publicados por la Auditoria General de la Nación. Aproximadamente u$s 4900 millones en 81 meses, u$s 60 millones mensuales. Este fue el costo de los logros obtenidos según la visión de la administración saliente. Un enfoque crítico sin embargo los relativiza y en muchos casos hasta los niega. La información pública disponible por lo pronto es escasa y antigua. El último balance publicado corresponde al ejercicio 2013 y allí se destaca: “. ..que en 2013 se transportaron 8.343.451 pasajeros, significativamente por encima de los 5 millones de pasajeros promedio que transportaba cuando se estatizó; que las frecuencias se aumentaron 73%; que la empresa vuela a 35 destinos federales, 22 de los cuales no operan otras compañías; que se aumentaron los ingresos 85%; que pasó a ser la primera línea aérea que une ciudades capitales de Argentina y Brasil con 85 frecuencias semanales a Brasil, pasando a ser la línea aérea con mas frecuencias y destinos a países del Mercosur; que se reinauguró la ruta a Nueva York; que se renovó y homogeneizó la flota; que se inauguró el Centro de Formación y Entrenamiento para Pilotos de la República Argentina, etc”. Y a estos logros deben agregarse otros muy caros a muchos argentinos que necesariamente deben ser cuantificados, buscando su razón ser y consenso: “Disponer de una aerolínea de bandera, mejorar la conectividad del país, conservar la fuente de trabajo…”
El año pasado Aerolíneas recibió del Estado Nacional $ 3966 millones para sus gastos corrientes, la quinta parte de lo que se destinó para la Asignación Universal por Hijo. En nueve meses de 2015 se transfirieron $ 3590 millones con el mismo fin según Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), u$s 45 millones mensuales. Este valor representó casi 20% de los subsidios dirigidos al transporte de colectivos, 30% de los que recibió el transporte ferroviario y el 163% de los subsidios para AYSA, la empresa que brinda servicio de agua y saneamiento para los 11 millones de habitantes que viven en la región metropolitana de Buenos Aires.
Este es el punto de partida de la nueva administración que tendrá que diseñar la nueva estrategia, cuantificar inversiones y, sobre todo, poner en conocimiento a la población sobre los costos y beneficios que demandará su Aerolíneas Argentinas.
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Los primeros seis meses del ejercicio 2015 mostraron según la Auditoría General de la Nación un déficit financiero de $ 99.394 millones, un 243,3 % mayor que el registrado en igual período del año anterior(1) . Basado en que el 60 % del gasto anual se ejecuta en la segunda parte del año y los ingresos lo hacen en forma proporcional, la AGN estima un crecimiento importante del déficit para todo el año 2015. Con los gastos creciendo a razón del 40,3 % y los ingresos al 26,5 %, estima en efecto que el déficit para todo el año 2015 rondará el 7,2 % del PBI, el valor más elevado desde el año 1982; muy superior incluso al del año pasado (4,3 %) y al alcanzado en el año 2001 ( 4,0 %).Sigue leyendo →
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Los subsidios son las transferencias que realiza el gobierno con el objeto de beneficiar a los consumidores o productores de bienes y servicios buscando complementar sus ingresos o reducir los costos. En la Argentina actual alcanzan una magnitud considerable aunque no existen estimaciones oficiales precisas. Y si bien hay un acuerdo generalizado en el sentido que deben beneficiar solamente a aquellos que los merecen, todos los intentos del gobierno para realizar una actualización sistemática de las tarifas, algo que se intentó por primera vez hace ya diez años, naufragaron y se quedaron a mitad de camino, jaqueados por los elevados costos políticos y la dificultad para identificar precisamente a aquellos que se los merecen.
Resulta difícil convencer a un universitario que estudia y trabaja que su factura de electricidad de 300 kwh bimestrales equivale en Capital Federal o Gran Buenos Aires a menos de medio kilo de asado. Sin subsidio pagará un kilo y medio. Y si al fin admite que no es muy caro, demandará acto seguido un aumento equivalente de su sueldo. Tampoco es sencillo convencer a un usuario de clase media-alta que la factura sin subsidio que Edenor o Edesur le pasa bimestralmente es barata aun costándole 6 o 7 kilos de asado. Ese es el estado de comprensión del problema. Es necesario entonces discutirlo y acordar una salida. Tal como está, el esquema de subsidios es inequitativo, voluminoso y no fomenta el ahorro de energía ni de los escasos dólares. Si el problema se comprende en su real dimensión el resto vendrá por añadidura. Y esto significa también que quienes lo merecen deben seguir pagando por 300 kwh bimestrales el equivalente a menos de medio kilo de asado.
¿Cuánto invierte el Estado Nacional en subsidios? El Poder Ejecutivo Nacional no lo ha cuantificado certeramente. Tampoco lo conoce con precisión el Congreso Nacional. La única estimación pública existente es la que mensualmente difunde la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), una organización civil que tiene acceso al Sistema Integrado de Información Financiera (SIDIF) de la Secretaría de Hacienda dependiente del Ministerio de Economía de la Nación. El SIDIF no está diseñado específicamente para determinar los subsidios y su estimación se debe realizar buceando sistemáticamente en la contabilidad pública aunque a veces sea necesario también utilizar la casuística, tratando de identificarlos cruzando categorías programáticas, partidas contables hasta su máximo nivel de desagregación y diversas aperturas del gasto diseñadas en el Manual de Clasificaciones Presupuestarias. Mensualmente, la ASAP elabora en base al SIDIF su Informe de Ejecución Presupuestaria de la Administración Pública Nacional. Definiendo a los subsidios como las transferencias de carácter económico que realiza la Administración Nacional para financiar los gastos corrientes de Empresas Públicas, Fondos Fiduciarios y Empresas Privadas, ASAP consiguió identificar en los primeros nueve meses del año subsidios por $ 156.000 millones, de los cuales 62% son canalizados via dos empresas, Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) y Energía Argentina S.A. (ENARSA) que incluyen entre otros los subsidios a la generación eléctrica y la compra de gas importado. ¿Es mucho o poco? Poco no es es. Aun admitiendo que se incluyen aquí todos, algo que aún debe demostrarse con contundencia, los subsidios representaron el año pasado la mitad de lo pagado en jubilaciones o nueve veces lo que destinó la ANSES para pagar la Asignación Universal por Hijo para Protección Social.
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No se sabe oficialmente cuando es la indigencia ni la pobreza medida como la cantidad de personas cuyos ingresos no superan un determinado umbral. El INDEC dejó de medirla a comienzos de 2013. Pero ya desde el 2007 sus mediciones comenzaron a perder reputación. Es cierto que este método de medición tiene limitaciones y es imperativo apelar a otros. Pero es el método que se usa en la Argentina desde los ochenta y es el que se ha utilizado profusamente para caracterizar los “infiernos” sociales pasados. Por ejemplo, el Indec calculó que a la salida de la convertibilidad el 52,3 % de los habitantes del Gran Buenos Aires estaban debajo de la línea de pobreza; o, también, que los pobres en la región metropolitana eran en 1989, plena hiperinflación, el 47,3 %. En los noventa osciló entre un mínimo de 16,1 % (Mayo 94) y un máximo de 27,9 % (Octubre 96); con el gobierno de la Alianza el mínimo fue en el Gran Buenos Aires de 29,5 % (Mayo 2000) y el máximo de 35,4 % (Octubre 2001). Es importante entonces saldar esta deuda y disponer de las verdaderas estimaciones. ¿Cuánto es la pobreza hoy?. Sigue leyendo →
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Los precios subieron en Agosto pasado un 1,2 % según el Indice de Precios al Consumidor Nacional Urbano del Indec (IPCNu). Crecieron mucho más según los indices al consumidor provinciales: 1,8 % de acuerdo a las mediciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (IPCCABA), 1,9 % según la Provincia de San Luis (IPCSL) y 2,3 % de acuerdo a los registros de la Provincia de Tierra del Fuego (IPCTdF).
Educación, Alimentos y Bebidas y Gastos para la Salud fueron los capítulos que exhibieron los mayores aumentos de acuerdo al IPCNu: 3,3 %, 1,7 % y 1,5 % respectivamente. Los rubros más dinámicos de acuerdo al IPCCABA fueron Alimentos y Bebidas (2,6 %), Equipamiento y Mantenimiento del Hogar (2,6 %), Salud (3,3 %) y Educación (7,1 %). Los capítulos cuyos precios crecieron en mayor magnitud según el IPCSL fueron Alimentos y Bebidas (2,1 %), Indumentaria (2,5 %), Vivienda y Servicios Básicos (2,5 %), Equipamiento y Mantenimiento del Hogar (2,3 %) y Transporte y Comunicaciones (2,4 %). Según el IPCTdF finalmente las divisiones que tuvieron los mayores aumentos de precios en Agosto fueron Indumentaria y Calzado (6,2 %), Salud (5,2 %) y Enseñanza (3,9 %).
La inflación de los últimos doce meses continúa en torno de un mínimo del 14,7 % de acuerdo a los Precios al Consumidor medidos por el Indec (IPCNu) y un máximo del 28,4 % según los resultados del Indice de Precios al Consumidor de Tierra del Fuego. Valores intermedios continúan registrando el Indice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (24,8 %) y el de la Provincia de San Luis (24,3 %).
El Indice de Precios al por Mayor del Indec (IPCM) sigue de cerca al IPCNu registrando en el mes de Agosto pasado un 1,4 % y un 13,3 % en los últimos doce meses. El costo de la Construcción del Indec en cambio tuvo un crecimiento mucho mayor, 4,6 %, acusando el aumento en la mano de obra surgida de las nuevos acuerdos paritarios; registra en los últimos doce meses una variación del 23 %.
El haber jubilatorio mínimo acumula un aumento interanual a Agosto del 38,6 %, sensiblemente por arriba de las variaciones de cualquiera de los indices de precios al consumidor publicados por las provincias. Durante septiembre subirá asimismo un 12,49 % por aplicación de la ley de movilidad jubilatoria y con ello tendrá una mejora adicional en su poder adquisitivo.
El nuevo valor del salario mínimo, vital y móvil fijado en Agosto, $ 5588, implica una suba respecto de Julio del 18,5 % y acumula un aumento interanual del 55,2 %, significativamente por encima de los aumentos de precios registrado por los precios al consumidor.
El dólar es finalmente uno de los precios más retrasados de la economía argentina. Su cotización oficial creció en el mes de Agosto apenas 1,1 % y acumula en los doce últimos meses un aumento de sólo 11,1 %. Entre Agosto de este año y Agosto del año pasado ha perdido entonces en torno del 3 % en términos reales si se lo coteja contra el IPCNu pero un 14 % si la inflación en ese lapso fue del 28,4 % como registra el IPCTdF.
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La drástica caída en la participación económica de la población en los últimos cinco años es un hecho tan destacable como el reducido nivel de la tasa de desempleo observado, menor al 8 % de la población económicamente desde el año 2010 según la Encuesta Permanente de Hogares relevada en las 31 ciudades más importantes del país; e igual al 6,6 % según el último relevamiento del segundo trimestre pasado. Pero si la baja tasa de desempleo es una buena noticia, la caída en la participación de la población en el mercado de trabajo tiene el signo contrario. Una baja proporción de desempleados de una población que tiene un bajo nivel de participación en las actividades económicas puede estar escondiendo profundas dificultades del mercado de trabajo.
Los precios al consumidor subieron un 1,3 % según el Indicador del Indec (IPCNu) y bastante por encima de acuerdo a los índices elaborados por algunas provincias: 1,5 % según Tierra del Fuego, 2 % según las estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires y 2,3 % según la Provincia de San Luis.
La inflación del mes de junio según el Indice de Precios al Consumidor Nacional Urbano del Indec (IPCNu) fue del 1 %. Los índices de precios provinciales disponibles tuvieron en cambio una variación sensiblemente mayor en algunos casos ( 1,4 % según el IPC de la Ciudad de Buenos Aires y 1,5 % de acuerdo al IPC de la Provincia de Tierra del Fuego) y apenas por encima en otros ( IPC de San Luis 1,1 %).
La Dirección de Estadísticas de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur es la única repartición oficial que publica sus propias estimaciones de la línea de indigencia (LI) y la línea de pobreza (LP) siguiendo la metodología del Indec. Muchas provincias lo hacían pero lo discontinuaron justamente para no entrar en conflicto con las mediciones del Indec, que también dejó de hacerlo en Diciembre de 2013. Y tales estadísticas son un elemento contundente para mostrar que las estimaciones de indigencia y pobreza del Indec a partir de 2007 subestiman la magnitud del problema.