Una característica de la economía argentina es su elevada presión impositiva y un elevado costo de intermediación en muchos sectores. El automovilístico es uno de ellos.
Los impuestos internos del estado nacional responden por más del 17 % del valor de la factura de un auto 0 Km. La escasez de oferta y las restricciones de abastecimiento le permiten al concesionario aplicar un cargo por reservar el vehículo cuya entrega puede demorar más de 2 meses y el comprador, a cambio, lo paga al precio de lista. Es el precio que paga el comprador por pagar el precio de lista al momento de la entrega, un 2,23 % del precio de la factura sin impuestos en el caso tomado como ejemplo. Quién no no puede o no quiera hacer la reserva y esperar los 2 meses deberá en cambio pagar un sobreprecio respecto del precio de lista, variable según el concesionario, el modelo, el apuro, etc.
Los estados provinciales responden por el impuesto de sellos, una carga también muy importante. Variable según la provincia, en la Ciudad de Buenos Aires es del 3 % para los autos importados de gama media. El grabado de autopartes es el otro costo relevante por el que responden las jurisdicciones locales aunque lo percibe la empresa privada encargada de la tarea. En la Ciudad de Buenos Aires el servicio de grabado de las autopartes cuesta $ 4.900, 0,073 % del valor en el caso del ejemplo, que no incluye el grabado de la patente en los vidrios. En este caso tendrá un costo adicional aunque a veces se presenta como una “gentileza” de la empresa.
Finalmente, la remuneración del Registro Automotor, un % también significativo: 1,52 % del precio de lista sin impuestos en el caso del ejemplo examinado. La inscripción en el Registro automotor tiene otros costos asociados de “formularios” y aranceles, de manera que el costo de intermediación del Registro Automotor es en total del 1,58 % del precio de lista sin impuestos.
Los costos asociados a la compra y los costos de registración para poner a rodar un auto km, que en total llegan a poco menos del 25 %, pueden discriminarse así:
19,142 % del precio del vehículo es un costo atribuible a la Nación agregando los impuestos internos (17,562 %) y los costos asociados a la intervención del Registro Automotor (1,58 %), costos percibidos por el Registro Automotor pero regulados por el Estado nacional;
3,073 % del precio del vehículo son atribuibles a la jurisdicción local, en este caso el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que incluye impuesto de sellos y el grabado de autopartes, costo este último regulado por el gobierno local pero percibido por la empresa privada que presta el servicio.
El concesionario finalmente impone un costo adicional del 2,23 % del precio del vehículo que se puede adjudicar al flete y a las restricciones de oferta
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