Ya el término “construyen” resulta difícil de precisar. Al “construir” el producto se entiende coloquialmente que se hace de “cero”. ¿Qué significa? ¿Qué las materias primas, las partes o piezas, los insumos, la tecnología incluso tiene origen en el país? Pocos bienes o servicios tienen este caracter, casi excepcionalmente. Aún las tradicionales manufacturas de origen agropecuario del país utilizan, directa o indirectamente, insumos, bienes de inversión, tecnología y/o servicios no producidos domésticamente. La construcción de los autos denominados de origen nacional se realiza ensamblando partes que tienen origen en diversos países aunque, se presume, la proporción de integración nacional de los autos es bastante mayor que la que presentan los dos satélites “construidos” en el país, ARSAT-1 y ARSAT -2[i].
En la Argentina de hoy están quienes enfatizan que el ARSAT se “construye” en el país y quienes argumentan que es un mero ensamblaje de partes construídas fuera de la Argentina. Ensamblar tiene asimismo en el debate actual una connotación peyorativa y el término libre de esta connotación podría ser “integrar”. Está claro sin embargo que para que el satélite preste el servicio de comunicaciones se requiere su construcción, su lanzamiento y su carga. La discusión en este caso se centra en la construcción, ya que está claro que el lanzamiento se ha contratado con la empresa francesa Arianespace desde la Guyana francesa y la carga otro tanto. Resta entonces precisar la proporción de integración nacional que presentan los satélites “construídos” en la Argentina[ii]. INVAP S.E. es el constructor[iii], una sociedad del Estado provincial de Rio Negro que factura aproximadamente el 80 % al Estado[iv]; en su sitio web se presenta en estos términos:”Con cuatro satélites diseñados y construidos ya puestos en órbita, la compañía se ha ganado un lugar de privilegio en el escenario internacional de la tecnología satelital y hoy es la única empresa latinoamericana con capacidad de generar proyectos satelitales completos, desde el concepto de la misión hasta la puesta en órbita del satélite y su operación, exceptuando el lanzamiento (…..) actúa como contratista principal de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales AR-SAT S.A. en lo que hace al diseño y la construcción de los primeros satélites argentinos geoestacionarios de comunicaciones”.
La colaboración o cooperación en la industria satelital es bastante corriente. Cuando se busca determinar el país del constructor o contratista del satélite en las bases de datos disponibles aparecen frecuentemente varios países. Partiendo de las bases de datos públicas y de libre acceso sobre satélites, en este caso http://www.ucsusa.org/nuclear-weapons/space-weapons/satellite-database#.WXMqJ4g182z, se busca aquí precisar el o los países que “construyen” satélites y ubicar a la producción argentina de satélites en ese contexto. Con este objetivo, el punto de partida del presente es la información expuesta en esta base de datos sobre los satélites que giraban alrededor de la tierra al 31 de diciembre de 2016, 1459 satélites reportados por la Union of Concerned Scientists (UCS). Se refiere a satélites activos, entendiendo por activos a aquellos que actualmente comunican o maniobran, excluyéndose satélites que están orbitando pero no están en uso o se usan ocasionalmente para entrenamiento o para propósitos secundarios[v]. Unos 696 se destinan a comunicaciones definidas estrictamente (47,7 %), 396 (27,1 %) a observación de la tierra, 168 (11,5 %) a desarrollo tecnológico, 106 (7,3 %) para navegación y posicionamiento global y regional, 63 (4,3 %) para ciencias espaciales y el resto tienen otros propósitos tales como Comunicaciones/Seguimiento marítimo (5), Comunicaciones/Navegación (1), Comunicaciones/Desarrollo Tecnológico (8), Ciencias de la Tierra (9) y Observación del espacio (7). Sigue leyendo