La lechería argentina continúa estancada. La producción y las exportaciones se reducen. Y además hay problemas con las estadísticas.
El Ministerio de Agricultura de la Nación estimó para el año 2013 una producción de leche de 11184 millones de litros, 1,4 % menos que los producidos en 2012 y menos también que los producidos en 2011(11206). El Ministerio de Economía es más optimista: publica que en el 2012 se produjeron 11339 millones (1 % arriba de 2011) y que en el 2013 se produjo la misma cantidad que en 2012. Los industriales del sector estiman a su vez que la producción de leche del corriente año será 1 % menor a la del año pasado. Son sin embargo estimaciones privadas. Las estadísticas oficiales de producción correspondientes a este año están a la espera de un nuevo sistema que reemplazaría al vigente hasta el año pasado, desactivado por Resolución 7 de Ministerio de Agricultura de la Nación del 29 de enero de 2014. A esta altura del año, no se han dado a conocer nuevos resultados no obstante que la Resolución 7 disponía plazos perentorios para elaborar las nuevas estadísticas.
La leche ingresada a fábrica para procesamiento según los datos de la Subsecretaría de Lechería por su parte se redujo 2 % en el año 2013 y cayó 3,4 % en los primeros nueve meses de este año. Los datos del Indec sobre la actividad de la industria láctea confirman la retracción aunque muestran también que los problemas ya estaban presentes en el 2012. La actividad de la industria lechera ha caído sucesivamente 2,1 % en el 2012 y 1,9 % en 2013. En los nueve meses de este año la retracción se ha acentuado según el propio Indec: 2,5 % con relación a igual lapso de 2013. Las toneladas exportadas a su vez se han reducido casi un 10 % en los primeros nueve meses del año.
Los mercados lácteos son intensamente regulados por los gobiernos en todos los países. El Estado Argentino también ha intervenido e interviene fuertemente con un cúmulo de instrumentos. Pero esta intervención no ha dado los mejores resultados. Esta intervención no ha sido capaz de expandir simultáneamente el consumo interno y las exportaciones. Sólo se ha conseguido el estancamiento de la actividad láctea del país. Un estancamiento manifiesto. Hoy se produce apenas un 8 % más que lo que producía en el año 1999, quince años atrás; se exporta 35 % más de toneladas y el consumo por habitante es un 6 % menor. En el mismo lapso, entretanto, los principales productores mundiales han evolucionado distinto: Brasil aumentó su producción más del 60 %, Nueva Zelanda más del 80 % y Estados Unidos un 24 %. Y Uruguay, que en 1999 producía sólo 1,5 millones de toneladas, aumentó su producción en un 50 % y sus exportaciones lácteas, 1000 millones de dolares anuales, representan casi el 60 % de las exportaciones de lácteos argentinos. Y el consumo lácteo por habitante de Uruguay, mas de 240 litros por año, es 11 % mayor que el consumo promedio de los argentinos.