El artículo de Héctor M. Guyot en La Nación de hoy “Sangre, sudor y lágrimas por los trenes nuevos” terminaba así:

“¿Cuánta gratitud le reservarìas a alguien que te consigue una buena ortodoncia después de partirte los dientes de un trompazo? ¿ Y si además la paga con tu propio dinero?”

Bienvenidos los nuevos trenes asignados a las líneas San Martín, Sarmiento y ramal Retiro-Tigre del Mitre . Pero hay que admitir la decadencia de la década. En el 2013 se transportaron solamente 236 millones de pasajeros en las líneas metropolitanas ( Mitre, Sarmiento, Urquiza, Roca, San Martìn, Belgrano norte y Belgrano Surde ferrocarrilles) según las estadísticas de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte. En el año 2013 se transportaron entonces sólo la mitad de los pasajeros que se transportaron en 1999; con altibajos, pero el descenso fue paulatino, aunque muy pronunciado desde el año 2008 a nuestros días. El Indec advierte en sus estadísticas que  la baja en la cantidad de boletos vendidos se debe a múltiples factores, “…algunos de los cuales son cierre de boleterías por falta de monedas, cierre de boleterías por falta de seguridad, disminución en los controles de evasión, conflictos gremiales, limitación de los servicios por obras en las líneas Mitre y Sarmiento”. ¿ Será ésta la única explicación? La decadencia en los trenes interurbanos es también manifiesta. Los pasajeros transportados en los trenes interurbanos crecieron significativamente a punto tal que el año 2006 habían transportado casi 3 millones de pasajeros;  el año pasado se transportaron apenas 1,6 millones. El transporte de cargas por tren finalmente creció en forma persistente desde el año 1994 y alcanzó en el año 2007 los 25 millones de toneladas. El año pasado se transportaron apenas 21 millones de toneladas.