“En una palabra: el PIB lo mide todo excepto lo que hace que valga la pena vivir la vida”. Robert Kennedy, 18 de marzo de 1968.
Dos cuestiones han puesto en el centro del debate al Producto Bruto Interno: el pago adicional de deuda en torno de u$s 3500 millones si el PBI del año pasado aumentaba más del 3,22 % y la difusión por parte del INDEC de un nuevo método de cálculo.El 21 de febrero pasado el INDEC difundió el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) que permitía inferir que el PBI del año pasado había subido 4,9 % y, como consecuencia, la Argentina debía pagar “el cupon atado al PBI” por unos u$s 3500 millones. El EMAE es un anticipo la variación del PBI que el INDEC difunde al día 45/50 de finalizado el mes de referencia construido con información parcial y provisoria y, por ello, es normal que exhiba discrepancias con los verdaderos valores. Las diferencias en los últimos diez años sin embargo nunca sobrepasaron las 4 décimas; más aún, los valores coincidieron en cuatro ocasiones. Por ello, sorprendió que el 27/3 pasado el INDEC anticipara que el “verdadero “PBI había crecido el año pasado el 3 %, lejos de la estimación anterior del 4,9 % y, como consecuencia, no se devenga nueva deuda.
El INDEC explicó el origen de tamaña diferencia: a partir de 2013 se utiliza un nuevo método de cálculo y, por ello, el 3 % de variación está tan lejos de las estimaciones previas. Es una buena noticia que el INDEC modernice sus métodos. Es un avance aunque tal metodología no es tan moderna. Nace antigua y fuera de época porque usará los precios que regían en la economía nueve años atrás, los precios del año 2004. Para la historia estadística del país, el INDEC, ocupado en otros menesteres, demoró en esta ocasión demasiado en incorporar nueva información, en este caso del Censo de 2004. El método anterior, hasta ahora vigente, comenzó a partir de 1996 y usaba precios de 1993, sólo tres años de retraso. Yendo más atrás, a partir de 1990 se calculó el PBI con los precios de 1986, sólo cuatro años de retraso. Una comparación con algunos países de América latina arroja la misma conclusión: Uruguay y Colombia usan precios del año 2005, Nicaragua del año 2006, Ecuador del 2007 y México del año 2008.
Las autoridades del Indec han expresado claramente lo importante que resulta para la precisión del método la antiguedad del año base. En la economía ocurren cambios en la estructura productiva y en los precios de los bienes que se utilizan para valuar la producción a lo largo del tiempo y, por ello, se aconseja incorporar periódicamente estos cambios . Es bueno que el Indec entonces retome la senda, avente las sospechas de manipulación, recupere el profesionalismo, mejore las estadísticas y vaya en la búsqueda del prestigio de otrora. Ahora deberá explicar las diferencias que surgen entre el viejo método de cálculo y el nuevo, notablemente y sin dudas un paso en la dirección correcta. Pero sólo un pequeño paso. Faltan varios más y, algunos, no tan pequeños.
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