Publicado en el Cronista del 1/12/2005
Una reducción de los elevados impuestos sobre el consumo residencial de electricidad provocaría un aumento relativo de los ingresos de la población de relevancia. Además, esta medida mejoraría la equidad distributiva, pues aectaría en mayor medida a los sectores de menores ingresos.
A costo fiscales iguales, incluso, resulta mucho más efectiva que reducir el IVA, por ejemplo, pues impactaría directamente en los ingresos de la población.
La reducción del IVA a los productos de la canasta familiar, en cambio, requeriría para cumplir su cometido una reducción de los precios al consumidor.
La Nación, las provincias y los municipios gravan el consumo de electricidad de las familias argentinas. Las administraciones los prefieren porque son impuestos muy difíciles de evadir.
Sumando todos los niveles de gobierno, las familias pueden pagar en algunos casos en forma directa más del 70 %. Y este porcentaje subiría significativamente si se incluyen los que gravan el consumo de electricidad de comercios e industrias. Sigue leyendo